← David. Rey de Israel Blandir la espada → 1280 Almas mayo 07, 2004 10 Opiniones Jim Thompson Género : Negra En su calidad de sheriff de Potts Country, localidad de 1280 habitantes, Nick Corey emplea la mayor parte de su tiempo comiendo, durmiendo y tratando de evitar los problemas, pero tiene que sufrir abusos continuos, de su mujer, de su cuñado, de parroquianos prepotentes y la rabia se va acumulando en su interior. Cuando se ve ante la perspectiva de perder las elecciones se da cuenta de que tiene que hacer algo, pero su solución no es luchar contra el crimen, si no «limpiar» el pueblo de aquellos que le presionan, dando rienda suelta a su ira. Este libro narra su lento, pero terrible, contraataque a la vez que nos va mostrando lo peor de la naturaleza humana, capaz de hacer cualquier cosa y de pagar cualquier precio para conseguir lo que desea. Tweet Acerca de Interplanetaria Más post de Interplanetaria »
Brutus on 29 junio, 2004 at 9:51 pm Thomson siempre es particular, especial, unico… Pero esta novela se sale, se sale. Hay que leerla porque es algo diferente. Répondre
josemiguel on 11 julio, 2004 at 9:47 pm Es un novelón como la copa de un pino. La leí hace poco por recomendación de un amigo versado en estas lides y me pareció altamente recomendable. Répondre
IKE on 28 julio, 2004 at 1:51 pm Ya me la he leido y he de decir que es una de las mejores novelas negras que he leido. Cruda, sorprendente, cínica…. Répondre
Gol on 28 julio, 2004 at 6:42 pm Pero igual pasa con La huída, tambien de Thompson. Y los finales son demoledores, no muy del gusto del publico general pero demoledores. Répondre
IKE on 28 julio, 2004 at 7:24 pm De momento solo he leido este, en "The Pila" espera Aquí y ahora Répondre
Lumpen on 2 agosto, 2004 at 6:11 pm Thompson es para mí, junto con Hammet, el mejor escritor de novela negra que ha existido nunca. Répondre
Lis on 17 agosto, 2006 at 1:03 pm Guauuuu. Después de esto, parece difícil innovar dentro del género. Te quedas con la sensación de que el protagonista a fuer de cínico es sincero; al fin y al cabo, en la vida, en muchos casos, es lo que hay. Répondre
Javi on 5 septiembre, 2006 at 11:03 pm Sucede a menudo que el cinismo y la sinceridad no son incompatibles. El problema es que resultan incómodos para quienes están alrededor a corto plazo y para el sujeto emisor a largo plazo 🙂 Répondre