1984

En un estado totalitario, el poder es el valor absoluto y único; para conquistarlo o mantenerlo no hay nada en el mundo que no valga, nada queda de importante en la vida.

La vigilancia despiadada de este superestado a llegado hasta introducirse en las casas de los ciudadanos con mensajes y tareas expuestas por la televisión y que los ciudadanos las ejecutan sin pensar.

Todo esta supervisado por el gran hermano, el jefe del estado que todo lo ve y todo lo dispone.

Winston Smith, el protagonista, aparece en un principio como un rebelde ante tal poder pero mientras el relato avanza vemos como la espalda de Smith se va doblando poco a poco con el peso de todo el estado.