← Imajica: la Reconciliación La última tribu → Conversación en La Catedral noviembre 08, 2006 11 Opiniones Mario Vargas Llosa Género : General Zavalita y el zambo Ambrosio conversan en La Catedral. Estamos en Perú, durante el ochenio dictatorial del general Manuel A. Odría. Unas cuantas cervezas y un río de palabras en libertad para responder a la palabra amordazada por la dictadura. Los personajes, las historias que éstos cuentan, los fragmentos que van encajando, conforman la descripción minuciosa de un envilecimiento colectivo, el repaso de todos los caminos que hacen desembocar a un pueblo entero en la frustración. Tweet Acerca de Interplanetaria Más post de Interplanetaria »
Pluto on 8 noviembre, 2006 at 9:30 pm La catedral es un bar de Lima donde conversan dos hombres que se han reencontrado casualmente después de años. Uno, el protagonista, el que hace todas las preguntas, es el hijo de un cacique años atrás muy poderoso en Lima, el otro, que no siempre responde, era el guardaespaldas de ese cacique. Y así, entre medias respuestas y un revuelto mar de recuerdos, nos vamos enterando, con el protagonista, de la historia de una familia en que se resumen todas las maldiciones del caciquismo americano, y de porqué resultó imposible un amor que le jodió la vida. Siempre recomiendo a Vargas Llosa, y cuando alguien me responde que no lo lee por que es demasiado derechista para su gusto le digo: pues lee sus novelas de cuando era comunista. Estas son La ciudad y los perros y Conversación en La Catedral (dejo fuera La casa verde, con la que Vargas Llosa consigue hacer que resulte aburrida la historia de un prostíbulo). Una sugerencia: si después de Conversación… lees El pez en el agua te quedas de piedra, justo todo lo que parece más inverosimil y "novelesco" en la novela es lo que más se corresponde con lo que vivió él realmente en su juventud. Quizá se haya escrito una novela mejor que ésta, pero no en este mundo. Répondre
Pluto on 8 noviembre, 2006 at 10:04 pm No, El pez en el agua no es una novela, es una especie de autobiografía. Répondre
Frau Hesselius on 8 noviembre, 2006 at 10:38 pm Perdón, es que como estoy medio dormida no me había leído bien tu texto. Una pregunta: ¿quién de los dos, el hijo del cacique o el guardaespaldas, se quedó sin el amor de su vida? Répondre
Pluto on 8 noviembre, 2006 at 10:42 pm El hijo del cacique, que es el que va averiguando cosas a partir de lo que le cuenta el otro y de sus propios recuerdos, va formando como un rompecabezas. Por eso es una novela muy difícil al principio, tú vas resolviendo el rompecabezas de la historia junto al protagonista. En un principio la novela se iba a titular: El guardaespaldas. (Nada que ver con la película de Kevin Costner). Répondre
pepe on 9 noviembre, 2006 at 9:58 pm cada uno tiene unos libros especiales, y éste para mí fue el que me abrió a la literatura sudamericana, y yo diría que en general a la literatura, pues no sólo el estilo, que era impactante, sino el contenido y la visión desarrolllada de los personajes era cojonuda, sino que tenía eso, qeu perdonad la cursilería es la magia de la palbra, y que sólo lo he encontrado en alguna novela de carpentier o de garcía márquez y más cercanamente en montero glez. en algún hilo por ahí se hablaba de libros imprescindibles, éste sería uno de ellos, o al menos es de esos que siempre recomendaría … Répondre
Pluto on 9 noviembre, 2006 at 10:51 pm Gracias, Pepe, tu beneplácito vale por el de diez lectores. Me siento respaldado si a ti te gusta también Conversación en La Catedral. Répondre
Lobo on 10 noviembre, 2006 at 1:12 am Estoy de acuerdo con vosotros en que es un pedazo de novela. Vargas Llosa se ha convertido en la referencia de las letras castellanas. Hay otros que escriben más potito, los hay más efectictas, los hay con enjundia, pero él es capaz de aunar todas esas virtudes. En todo caso, también creo que un autor tiene dos o tres novelas redondas. Las previas a esos éxito son modelos que salieron mal, y las siguientes, aunque el tipo no viva de rentas, acaban siendo una imitación de sí mismo. Répondre
Motero on 10 noviembre, 2006 at 10:20 am Con Mario Vargas Llosa tenía dos problemas. Primero: las memeces que dice cuando habla de política (solo su hijo es más bobo), pero esto lo solucioné dejando de leer sus articulos. Segundo (y sin solucionar, pero casi): escrive muy bien (hay páginas de La guerra del fin del mundo de un nivel increible) mas cuando llego al final del libro no me queda nada. Y algunas novelas llegan a ser nada de verdad (Los cuadernos de don Rigoberto). En total, me parece muy sobrevalorad. Répondre
jinete del salario p on 10 noviembre, 2006 at 10:56 am ¿Sobrevalorado? ¿Y qué escritor de los grandes no lo está? "Quizá se haya escrito una novela mejor que ésta, pero no en este mundo." La frase no está mal para provocar, pero no creo que nadie la secunde. Personalmente disfruté más con La guerra del fin del mundo o con El paraíso en la otra esquina. Répondre
Alberto on 10 noviembre, 2006 at 2:11 pm No se, a mi Me parece que La fiesta del chivo o La ciudad y los perros están a la misma altura que Conversación en La Catedral y luego tiene novelas muy divertidas (Como Pantaleón y las visitadoras, por ejemplo) Aunque si tuvo una época bastante floja cuando publicó Elogio de la madrastra y Los cuadernos de Don Rigoberto. Répondre